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Presentan el primer informe del Inventario Nacional de Glaciares

Al momento se relevaron cuerpos de hielo en seis de once provincias, donde se identificaron más de 4 mil glaciares que cubren un área superior a los 3 mil 700 kilómetros cuadrados.

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5 de abril de 2013

El Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) del CONICET presentó a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS) que encabeza el Dr. Juan José Mussi, los primeros informes correspondientes al Inventario Nacional de Glaciares.

El reporte se enmarca dentro de los artículos tercero y quinto de la Ley Nº 26.639 de Presupuestos Mínimos para la Preservación de Glaciares y del Ambiente Periglacial en la República Argentina.

Según el documento “Fundamentos y Cronograma de Ejecución del Inventario Nacional de Glaciares y Ambiente Periglacial” elaborado por el IANIGLA, el objetivo principal del Inventario Nacional de Glaciares es “la identificación, caracterización y monitoreo de todos los glaciares y crioformas que actúan como reservas hídricas estratégicas en la República Argentina, establecer los factores ambientales que regulan su comportamiento, y determinar la significancia hidrológica de estos cuerpos de hielo a la escorrentía andina. Este objetivo general se enmarca en el Objeto de la Ley de Presupuestos Mínimos definido en su Artículo 1”.

El Inventario Nacional de Glaciares comprende el relevamiento de cuerpos de hielo en once provincias y en el primer informe se presentaron datos finales de seis subcuencas hidrográficas, donde se continúan realizando relevamientos más detallados.

De acuerdo a los avances registrados por los distintos equipos que se encuentran trabajando, se relevaron al momento más de 4 mil cuerpos de hielo en distintas subcuencas de las provincias de Catamarca, Mendoza, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. En total, la sumatoria de estos cuerpos cubre una superficie mayor a 3 mil 700 kilómetros cuadrados, más de 17 veces el tamaño de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Este inventario es un gran paso para las ciencias de la criósfera – ambientes fríos – en Argentina. Es la primera vez que se cuenta con una información tan detallada para muchas zonas de la cordillera y esto nos va a permitir conocer mejor este recurso estratégico y elaborar una perspectiva a largo plazo para monitorear los fenómenos que ocurren en esas áreas”, explicó Ricardo Villalba, investigador principal del CONICET y director del IANIGLA.

El instituto tiene a su cargo la responsabilidad de la realización del Inventario Nacional de Glaciares y a tal fin trabaja con diferentes centros e investigadores con sede en las provincias, que actúan de forma conjunta para relevar los glaciares de cada una de las cuencas y subcuencas analizadas.

Como responsable, el IANIGLA capacita a los profesionales y certifica los resultados que son luego auditados por revisores externos.

Por su parte, a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable le corresponde la coordinación del Inventario y la supervisión de cada una de las tareas que se realizan en este marco.

 

Tecnología de punta

El proceso de Inventario consta fundamentalmente de dos etapas. La primera, es la delimitación en el laboratorio de las áreas cubiertas por los glaciares. Para ello, los investigadores usan imágenes satelitales provistas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y en algunos casos, otras imágenes provistas por organismos internacionales.

La segunda es el control de campo, donde se seleccionan algunas zonas para corroborar los resultados obtenidos en laboratorio y hacer un control de calidad. Los primeros resultados muestran que el porcentaje de error de la primera etapa es menor al 3 por ciento.

En el Inventario se relevan diferentes cuerpos de hielo que contienen hielo en distintas proporciones y actúan como reservas hídricas estratégicas en la cordillera: glaciares descubiertos y cubiertos dentro del ambiente glaciario, y glaciares de escombros en el ambiente periglacial.

 

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En base a su experiencia, el IANIGLA revela que hay una enorme variabilidad en formas y tamaños de los cuerpos de hielo a lo largo de la Cordillera de los Andes. Estas diferencias reflejan principalmente los gradientes de precipitación, temperatura y elevación que existen en los distintos ambientes andinos de nuestro país.

El Inventario brinda además información básica como la ubicación geográfica, superficie de cada cuerpo e incluye información topográfica como la distribución altitudinal, pendiente y orientación, y una detallada clasificación morfológica.

Posteriormente, en una segunda etapa según lo previsto por el Cronograma, los investigadores analizarán el espesor de muchos de estos cuerpos con radares de penetración en distintas zonas de la Argentina para poder determinar el volumen de hielo que cada uno contiene.

El documento “Fundamentos y Cronograma de Ejecución del Inventario Nacional de Glaciares y Ambiente Periglacial” que establece la metodología utilizada en el ING es de acceso público y puede ser consultado en www.glaciares.org.ar y en www.ambiente.gob.ar.

Auditoría externa

Los relevamientos de los glaciares en las distintas regiones y provincias son realizados por el IANIGLA con la colaboración de investigadores y técnicos con sede en las provincias, a partir de una metodología única que permita asegurar criterios de inventario uniformes, y que la información obtenida sea consistente y confiable.

Para ello, luego de la revisión por parte del Instituto, los relevamientos son sometidos a una auditoría externa por parte de expertos nacionales o internacionales.

Etienne Berthier, geofísico e investigador del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de Francia, auditó los resultados de los cuerpos de hielo en la cuenca del río Mendoza. El científico se especializa en la medición de área y volumen de glaciares, datos fundamentales para conocer cuánta agua albergan.

“Nuestro trabajo consiste en revisar los informes del inventario realizado por el IANIGLA, y eso significa verificar la presencia y los límites de los glaciares que se han encontrado para asegurar que no haya errores”, explica. De acuerdo con Berthier, los resultados presentados están en consonancia con los estándares internacionales en ciencias de la criósfera.

Según explica, por su calidad esos datos podrán ser después usados por investigadores del resto del mundo para diferentes estudios. “Encontramos que los datos para glaciares de escombros, los más difíciles de relevar y de los que hay muchos en Mendoza, son muy precisos”, afirma.

Berthier menciona, además, que no conoce otro país donde haya una legislación nacional sobre glaciares como la Argentina, y que en el resto del mundo los inventarios son iniciativas de centros de investigación, universidades o investigadores particulares, pero no del Estado.

“Si se quiere tener a futuro un modelo realista para hacer proyecciones sobre el recurso hídrico andino, hay que saber cuantos cuerpos de hielo hay, su superficie, altura y espesor. En los años secos, cuando no nieva, los glaciares son importantes como fuente de agua. Si no existen, a futuro no van a poder sostener los caudales de los ríos”, enfatiza.

 

 

Equipo interdisciplinario

El IANIGLA trabaja con equipo propio incorporado a partir de la sanción de la Ley, con recursos económicos provistos por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Para asegurar que los inventarios sean comparables se aplican, en todas las provincias, las mismas metodologías. El equipo de especialistas está integrado por investigadores de CONICET y profesionales del inventario en el IANIGLA, con sede en el CCT Mendoza, y en Tucumán, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

También se está trabajando en colaboración con equipos técnicos y científicos designados por las provincias, como por ejemplo Mendoza, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Asimismo, tanto la Administración de Parques Nacionales y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto participan del Inventario en razón de sus competencias.