Investigadora del INCIHUSA pone en valor la historia cultural de La Enoteca
Florencia Rodríguez Vázquez recuperó la historia de este espacio en un trabajo colaborativo con el Fondo Vitivinícola de Mendoza. Hoy se expone en una muestra abierta a todo público.
Línea del tiempo de La Enoteca. Gentileza investigadora.
Enoteca, Centro Temático del Vino: orígenes de la innovación vitivinícola es el nombre del proyecto mediante el cual Florencia Rodríguez Vázquez, investigadora del CONICET en el Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (INCIHUSA-CONICET), buscó poner en valor la historia cultural de este espacio que hoy funciona como punto estratégico del turismo vínico pero que supo ser, a principios del siglo pasado, la Escuela Nacional de Vitivinicultura, un establecimiento que desde 1896 continuó la tradición de la Quinta Normal y se especializó en la formación de recursos técnicos para una agroindustria regional, por aquel entonces en expansión.
“Entendemos que la visibilización de los actores que dinamizaron la industria vitivinícola a principios del siglo XX forma parte del patrimonio inmaterial cultural de la vid y el vino, y es un medio para su difusión y valoración por parte de las comunidades. Tal es el caso de La Enoteca, en donde funcionó la Escuela Nacional de Vitivinicultura, cuyo patrimonio tanto material como inmaterial forma parte constitutiva de los orígenes de la principal agroindustria provincial”, dice Rodríguez Vázquez.
El trabajo se canalizó a través de un Servicio Tecnológico de Alto Nivel (STAN) del CONICET mediante el cual la investigadora realizó, junto a María del Valle Herrera, comunicadora del Fondo Vitivinícola de Mendoza (FVM), la compulsa, selección de material documental e investigación en todas las tareas vinculadas a la puesta en valor de la historia cultural de la institución hasta su reorganización en la actual Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo en 1939.
“La convocatoria fue realizada por el FVM a partir de una línea de investigación desarrollada en el Grupo de Estudios Regionales del INCIHUSA sobre el impacto de los establecimientos educativos en el sector agroindustrial local, durante la primera mitad del siglo XX. Seguidamente, fue necesario un esfuerzo de coordinación conjunta para registrar y consultar documentación relevante sobre la materia, que está dispersa en diversos archivos de Mendoza y San Juan. Así, fue posible acceder a documentación interna de la escuela, disponible en el Archivo General de la Provincia de Mendoza; algunas publicaciones técnicas editadas por la institución, y que en la actualidad están en el Archivo y la Hemeroteca Menor de la Biblioteca Pública General San Martín. El libro de visitas de la Escuela Nacional de Vitivinicultura se encuentra bajo custodia del Liceo Agrícola y Enológico Domingo F. Sarmiento, escuela que junto con la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo, continuaron desde la década de 1940 la tradición formativa de la ENV, y es por ello que aún conservan un valioso material de referencia”, explicó la investigadora, y agregó: “Un desafío pendiente es catalogar y organizar el acervo de tesis realizadas por los estudiantes avanzados de aquella institución, que en la actualidad se encuentra bajo custodia de la Escuela de Fruticultura de San Juan. Tarea que demandará un importante trabajo interinstitucional”.
Hoy, La Enoteca cumple ciento veinte años y, gracias a la cooperación del INCIHUSA y el FVM, sus visitantes podrán recorrer en una muestra la historia de este espacio para comprender la importancia de su aporte a la industria vitivinícola y el valor arquitectónico del edificio donde está emplazada.
“Como resultado de este esfuerzo colaborativo, desde el 10 de noviembre pasado se expone en las instalaciones de La Enoteca una línea del tiempo que busca demostrar, en forma muy condensada, los principales hitos de la vitivinicultura argentina y cuál fue el aporte técnico de los principales directores del establecimiento. La muestra permanente puede ser visitada por el público en general, así como en cada uno de los eventos que se organizan en relación con la promoción del vino. Este tipo de trabajo es solo una muestra del enorme potencial para la sociedad en su conjunto acerca de la vinculación entre los sectores productivo y científico”, concluye la investigadora.