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Impulsan la creación de una planta de reciclaje de baterías en Mendoza

El proyecto fue desarrollado por investigadores en el Laboratorio de Metalurgia Extractiva y Síntesis de Materiales (MESiMat) que comparten el CONICET y la UNCUYO.

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17 de junio de 2020

Investigadores del CONICET se reunieron en la Legislatura con el Vicegobernador de la provincia, Mario Abed, y el intendente de Junín, Héctor Ruíz, para avanzar en la creación de la primera planta de reciclaje de pilas y baterías de Mendoza.

Se trata de un proyecto inédito basado en una patente, cuyos propietarios son el CONICET y la UNCUYO, que consiste en la separación de los distintos componentes de cada dispositivo seguido de un tratamiento químico para generar compuestos de interés industrial.

En la planta se podrán tratar baterías recargables, tipo ion litio, usadas en teléfonos celulares, notebooks y cámaras fotográficas y, de concretarse, el tratamiento podría extenderse a pilas y baterías comunes como las doble y triple A, medianas, grandes y otras recargables tipo “Ni-HM” (níquel-hidruro metálico). Además, con este tratamiento, los dispositivos pueden reciclarse una ilimitada cantidad de veces.

“El proceso permite el reciclado casi completo del material contenido en las pilas y baterías. Además, utiliza agentes químicos que son amigables con el ambiente”, explica Mario Rodriguez, investigador independiente del CONICET en el Instituto Interdisciplinario de Ciencias Básicas (ICB, CONICET-UNCUYO).

La idea es comenzar con una planta piloto en el departamento de Junín para luego extenderse al resto de la provincia. “Junín fue propuesto por el Vicegobernador ya que él ha trabajado bastante por el ambiente durante sus periodos como Intendente. Es conocido que la intendencia hace tiempo que viene trabajando en el reciclado de plásticos, entre otros proyectos”, detalla el investigador.

Toda la sociedad en su conjunto cumple una función en este proyecto ya que la recolección de las baterías dependerá en gran parte del aporte de los ciudadanos a los sistemas de acopio que se establecerán en entidades públicas (escuelas, universidades, hospitales) y privadas (kioscos, bares, negocios).

El proyecto se divide en varias etapas y los científicos tendrán un rol fundamental en cada una de ellas: “Los investigadores participamos en diferentes formas; en un primer momento se capacitará al personal que se hará cargo del proceso, luego estaremos a cargo del mismo hasta que la planta esté funcionando y, finalmente, cuando la etapa de prueba finalice, nuestra participación será de supervisión”.

Los investigadores seguirán trabajando junto a la Legislatura y la intendencia de Junín para lograr concretar este proyecto de vital importancia para el cuidado del medio ambiente. Del proyecto participan, además del citado científico, las investigadoras Guadalupe Pinna y Daniela Suarez.