“Es importante que haya más mujeres dedicadas a la ciencia, porque contribuyen a aumentar la diversidad de preguntas que nos podemos hacer”
Lo afirma la investigadora del CONICET, Valeria Edelsztein, en el marco del Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia.
En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la investigadora del CONICET, Valeria Edelsztein, reflexiona sobre las problemáticas de las mujeres que hacen ciencia.
Cada 11 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con el objetivo de promover mayor participación y protagonismo de las mujeres en la ciencia e inspirar vocaciones científicas en las niñas. En este marco, la investigadora, Valeria Edelsztein, reflexiona sobre la importancia de visibilizar las problemáticas a las que se enfrentan las mujeres a la hora de hacer ciencia.
Valeria Edelsztein es investigadora del CONICET en el Centro de Formación e Investigación en Enseñanza de las Ciencias (CEFIEC, UBA) y estudia aspectos relacionados a la enseñanza y aprendizaje de las ciencias naturales en la escuela primaria. En ella confluyen la química, la educadora y la comunicadora, y reconoce haber recorrido un largo camino, que se inició en el laboratorio y continuó en la docencia, hasta llegar a la comunicación.
Una fecha para interpelar(se)
Edelsztein plantea la posibilidad que tiene como comunicadora científica de “visibilizar a las mujeres que se dedican a la ciencia, para que se conviertan en personas referentes que las infancias puedan mirar y que, así como una niña puede pensar a futuro en ser arquitecta, pianista o futbolista, el ser astrónoma, matemática, socióloga o antropóloga también sea un universo posible”. Sin embargo, la científica destaca el costado poco reconocido de esa tarea: “El tiempo que demanda preparar charlas para escuelas y otros ámbitos, los traslados a diferentes lugares, adaptar el contenido a los distintos públicos”.
En ese sentido, da cuenta del “dilema” que enfrentan las mujeres científicas a la hora incentivar a las niñas a seguir vocaciones científicas. De un lado está la posibilidad de “salir a contar lo que hacemos para que las chicas vean que las mujeres ocupamos esos lugares”, y por el otro, “la necesidad de que el tiempo que esta tarea requiere sea reconocido por las instituciones dado que es un trabajo más”.
Cantidad es diversidad
Es importante que haya más mujeres dedicadas a la ciencia, pero ¿por qué? “Porque contribuyen a aumentar la diversidad de preguntas que nos podemos hacer, y en ese sentido necesitamos más diversidad en general”, afirma la investigadora. Por otra parte, “somos aproximadamente la mitad de la población mundial, pero en investigación en ciencia y tecnología a nivel global representamos sólo el 29 por ciento”.
A su vez, pone el foco en la segregación, “la pared de cristal”, el hecho de que las mujeres no están distribuidas en todas las disciplinas de igual manera, tal es el caso de las matemáticas, las ingenierías, informática.
Para Edelsztein, es “necesario que aparezca esa diversidad en todos los ámbitos, en todas las jerarquías y por eso es que tenemos que seguir visibilizando estas cuestiones”.
Ejemplos a seguir
Si de referentes se trata, dos mujeres merecen una mención especial para la científica: “Ellas han tenido un impacto fuerte en mi vida en términos de carrera -rememora-. Una fue mi profesora de secundario de fisicoquímica, Ana Rybak. Gracias a ella decidí que iba a estudiar química. La otra es Eli Jares, la directora de mi posdoctorado”.
Edelsztein reconoce que Elizabeth Jares Erijman marcó un quiebre en su conducta, “Eli sabía lo que era ser una mujer con hijas en un sistema académico con ciertos requerimientos, con ciertas presiones, que muchas mujeres atraviesan en distintos espacios laborales”, puntualiza. Y rescata el hecho de que Jares, desde un lugar jerárquico, intentó ayudarla “para que no tuviera que atravesar los obstáculos que ella misma tuvo que superar”. En ese sentido, narra su experiencia personal: “Cuando le conté que estaba embarazada de mi primer hijo, Eli me dijo ‘yo te voy a ayudar’ y recién tiempo después entendí a qué se refería. Desde ese momento traté de comportarme de la misma manera respecto de las mujeres en ciencia: allanar el camino para las que vienen”, y considera que se trata de “una lucha colectiva, porque estos no son problemas individuales, y todavía requiere de políticas públicas y de visibilización”.
Una científica enamorada
“Amo contar historias de la ciencia y sus protagonistas”, se sincera Edelsztein y profundiza: “Muchas de las personas que hacemos ciencia tenemos la extraordinaria suerte, el privilegio, de estar enamoradas de lo que hacemos, así que no tenemos más remedio que querer hablar de eso”. Por esa razón, creó el podcast Contemos Historias, que co-conduce junto a la biotecnóloga e investigadora del CONICET Nadia Chiaramoni. Allí se pueden encontrar historias reales de la ciencia que superan la imaginación.
Otro de sus proyectos lleva el nombre Científicas de Acá y apuesta a contar historias de científicas argentinas de diferentes épocas, regiones y disciplinas, al igual que el libro homónimo que escribió junto con Julieta Alcain, Carolina Hadad, Julieta Elffman, quienes también participan de la iniciativa.
“Tenemos un proyecto que es muy amplio -cuenta Edelsztein- porque tiene comunicación en redes y luego pudimos cristalizar algunas de esas historias en el libro”. A su vez, para el público infantil, tienen otro libro de científicas para colorear, donde se pueden encontrar las historias adaptadas para infancias y las ilustraciones de las científicas para pintar.
Científicas de Acá apunta a visibilizar los trabajos, las caras y los nombres de las mujeres que hicieron y hacen ciencia desde Argentina. Las historias están disponibles con licencia abierta para que todo el mundo pueda leerlas y comentarlas, con acceso libre y gratuito en su blog. En algún punto, “este proyecto puede asemejarse al ‘día internacional’, porque la idea es visibilizar a las mujeres y sus problemáticas, pero tiene un componente local muy fuerte”, focaliza la investigadora.
Tuitera activa, escritora, columnista y asesora científica en numerosos programas de televisión, radio y medios gráficos y digitales, cree que “la batalla en defensa de la ciencia tenemos que darla todos los días, es por eso que hay que apropiarse de estos espacios” concluye.
Sobre el “Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia”: la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 11 de febrero Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia en reconocimiento al papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y la tecnología. Este año, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia se centra en el papel de las mujeres, las niñas y la ciencia en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Fuente: Prensa CONICET