Ciencias Exactas y Naturales

Fósiles, desiertos y montañas. Las Huayquerías de Mendoza hace millones de años

Un estudio, en el que participaron especialistas del CONICET, reveló cómo era la fauna de vertebrados, y los ambientes en los que habitaron estos animales entre 8 y 3 millones de años atrás.

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20 de diciembre de 2023

Reconstrucción del paisaje de las Huayquerías del Este hace 6 millones de años atrás por Jorge L. Blanco.

La Cordillera de los Andes es sin duda el accidente estructural más imponente de nuestro continente, con alturas máximas de 6960,8 m s. n. m. en la cumbre del Aconcagua. Su levantamiento a lo largo del Cenozoico (últimos 66 millones de años) ha resultado en el establecimiento de un régimen árido al este del cordón andino, particularmente notorio en el centro y sur de Argentina. A la altura de Mendoza, las masas de aire húmedo provenientes del océano Pacífico hacen descarga en forma de lluvia y nieve al chocar con la cordillera y continúan hacia el este mucho más secas (efecto conocido como ¨sombra orográfica¨). ¿Desde cuándo dominan los ambientes áridos en la región de Cuyo? ¿Cómo cambiaron los ecosistemas terrestres y su fauna al pie de los Andes en los últimos millones de años? 

Para responder estas preguntas, un grupo multidisciplinario liderado por Analía Forasiepi, investigadora del CONICET en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA, CONICET, UNCUYO, Gob. Mza), y Francisco Prevosti, también investigador del Consejo en la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR), trabajó durante más de 10 años en la zona de las Huayquerías del Este (departamento de San Carlos) recopilando información paleontológica y geológica.

“A lo largo de estos años hemos descubierto nueva información muy emocionante sobre los animales que habitaron la región de las Huayquerías del Este entre 8 y 3 millones de años atrás (Mioceno Tardío y Plioceno). Nuestra investigación presenta diez nuevos fechados radiométricos que nos permitieron calibrar las secuencias sedimentarias, más de 1800 restos fósiles de vertebrados y alrededor de 60 nuevos registros de especies extintas, arrojando luz sobre la evolución de los vertebrados en el cono sur de América del Sur”, comenta Cristo O. Romano Muñoz, becario doctoral del CONICET en el IANIGLA, quien ha focalizado su tesis doctoral en el estudio faunístico y paleoecológico de las secuencias de las Huayquerías y quien ha liderado un trabajo recientemente publicado en la prestigiosa revista Papers in Palaeontology.

La mayoría de los restos fósiles pertenecen a mamíferos, pero también se recuperaron algunos anuros, reptiles y aves. “Un viaje al pasado nos habría dejado atónitos por lo inusual de algunos de sus animales, la mayoría de los cuales no tienen representantes en la actualidad, a excepción de algunas aves parientes cercanas de los choiques, las tortugas de tierra, o algunos mamíferos como los armadillos y roedores similares a los cuises, las maras y las chinchillas”, comenta Forasiepi.

Entre los hallazgos más sorprendentes se encuentran la coraza de un gliptodonte, animal acorazado gigante pariente de los armadillos; varios cráneos y parte del esqueleto de un perezoso terrestre, cuyos parientes más cercanos son arborícolas habitantes de las selvas húmedas de América Central y del Sur; numerosos ejemplares de ungulados nativos, todos extintos, con requerimientos ecológicos similares a los caballos, tapires, rinocerontes, ciervos y camellos, a los cuales hay que sumar varios fósiles de prociónidos.

“Los prociónidos son animales del orden Carnivora parientes de los mapaches y coatíes que ingresaron a América del Sur en tiempos geológicos relativamente recientes, hace unos 7 millones de años, previo a la formación completa del Istmo de Panamá, que es el puente terrestre que comunica América del Norte y del Sur”, comenta Prevosti. Este puente permitió que animales típicos del norte migraran hacia el sur y viceversa. “Los fósiles de los prociónidos que encontramos en las Huayquerías datan de aproximadamente 5 millones de años y atestiguan esos primeros movimientos faunísticos, incluso antes del establecimiento definitivo del istmo hace alrededor de 3 millones de años”.

Entre los animales no mamíferos destacan principalmente dos. “Un hallazgo de sumo interés son los restos de la tortuga del Chaco Chelonoidis chilensis en sedimentos de unos 6,3 millones de años, los cuales se corresponden con los más antiguos conocidos para la especie viviente. Esto nos permite entender mejor cómo fueron los tiempos involucrados en la evolución de estas tortugas”, comenta Marcelo de la Fuente, investigador del CONICET en el Instituto de Evolución, Ecología Histórica y Ambiente (IDEVEA, CONICET-UTN). Por su parte, el también científico del CONICET en la Universidad de Buenos Aires (UBA), Guillermo Turazzini, mencionó que “el descubrimiento de un esqueleto casi completo de un escuerzo fue excepcional. Los restos pertenecen al género Lepidobatrachus, actualmente habitante de la región del Gran Chaco. La especie de las Huayquerías es única, entre otras características, dada la forma y tamaño del escudo dérmico que tiene en el lomo, por el cual recientemente la bautizamos como Lepidobatrachus dibumartinez, en honor a nuestro escudo en la portería de la selección de futbol”.

En las Huayquerías no solo se encontraron restos óseos fosilizados, pues también se encontraron vestigios de su presencia en forma de huellas. “Los trabajos de campo también revelaron las pisadas de los animales del pasado sobre antiguos barreales que quedaron preservadas en la roca tras su fosilización. Hallamos rastros de al menos cinco especies distintas, incluyendo diferentes ungulados nativos extintos y perezosos gigantes”, comenta Rocío B. Vera, becaria doctoral del CONICET en la UBA.

Por su parte, los geólogos del grupo interpretaron que las características de la secuencia sedimentaria expuesta en las Huayquerías se corresponden con depósitos de abanicos aluviales distales, canales fluviales y pequeños campos de dunas eólicas asociadas; es decir, un paisaje no muy distinto al que hoy en día se desarrolla al pie del frente de deformación cordillerano. “Entendemos que hace unos 7 millones de años ya existían condiciones áridas o semi-áridas en nuestra zona de estudio. Esto nos hace pensar que para esa época la Cordillera de los Andes ya habría alcanzado grandes alturas y actuado como una sombra orográfica, influyendo en la transformación de los paisajes orientales del sur de América del Sur en los ambientes áridos que conocemos hoy día¨, apuntó Alberto C. Garrido, geólogo del Museo Provincial de Ciencias Naturales “Dr. Prof. Juan A. Olsacher” y profesor de la Universidad Nacional del Comahue.

“El estudio detallado de la fauna a lo largo de la secuencia estratigráfica reveló que la transición del Mioceno al Plioceno (hace 5,3 Ma) no manifestó grandes cambios en la estructura taxonómica, contrariamente a lo que se pensaba anteriormente, pudiendo reconocer cambios más significativos durante el Plioceno, hace algo menos de 5 millones de años”, agrega Romano Muñoz. “En este sentido y para comprender mejor este complejo período de tiempo, hemos propuesto una nueva zona faunística llamada la Biozona de Asociación de Macroeuphractus morenoi, la cual sirve para redefinir una de las edades en las que dividimos el tiempo en América del Sur sobre la base de la asociación de fósiles de mamíferos y que tiene por nombre el Huayqueriense (entre 8 y 5 millones de años aproximadamente), en referencia a las Huayquerías del Este, lugar donde fue definido a mediados del siglo XX”.  Estos hallazgos paleontológicos en las Huayquerías del Este son cruciales para comprender los cambios faunísticos mayores que ocurrieron a fines del Cenozoico y establecer las similitudes entre las faunas del Mioceno y el Plioceno en toda América del Sur.

El grupo de investigación multi e interdisciplinario estuvo integrado por especialistas de distintos institutos de nuestro país (Buenos Aires, Chubut, Córdoba, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Tucumán) y del extranjero (Carolina del Sur y Nueva York en Estados Unidos). Además, se sumó la intervención de la Dirección de Patrimonio Cultural y Museos de la Provincia de Mendoza, institución provincial que garantiza la protección, conservación, restauración y acrecentamiento del patrimonio quien otorgó los permisos para realizar las investigaciones en el terreno y recolección de los fósiles.

Referencia bibliográfica

Romano, C.O., Garrido, A.C., Barbeau, Jr., D.L., Vera, R.B., Bonini, R., Boscaini, A., Cerdeño, E., Cruz, L.E., Esteban G.I., de La Fuente M.S., Fernández-Monescillo M., Fernicola J.C., Krapovickas, V., Madozzo-Jaén, M.C., Pérez, M.E., Pujos, F., Rasia, L., Turazzini, G.F., Vera, B., MacPhee, R.D.E., Forasiepi, A.M., & Prevosti, F.J. Redefining the Huayquerian Stage (Upper Miocene to Lower Pliocene) of the South American chronostratigraphic scale based on biostratigraphical analyses and geochronological dating. Papers in Palaeontology, 2023, e1539

Fuente: grupo de investigación