CCT Mendoza

Microscopio Electrónico de Barrido y Microanálisis, en CONICET Mendoza

El CONICET Mendoza ha sumado nueva tecnología de punta al servicio de la investigación científica y de la actividad pública y privada (industria, pericias forenses, etc.). El Microscopio Electrónico de Barrido y Microanálisis permitirá visualizar las muestras aumentadas un millón de veces.

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21 de abril de 2010

El equipo de 350 mil dólares, fue financiado por la Agencia de Ciencia y Técnica y el CONICET.Entrevista: Fidel Roig – doctor en Ciencias Naturales – Lab. Microscopía Electrónica y Microanálisis – CONICET-Mendoza. Foto:Daniel Rosales. Por Myriam Arancibia.“Es un avance en la modernización de equipamiento en el CCT CONICET Mendoza” –explica el Director del Laboratorio de Microscopía Electrónica y Microanálisis, Fidel Roig- y hacía muchos años que no se incorporaba aparatología de tal magnitud y tan alto precio (350 mil dólares). Para un centro regional, conseguir esa suma fue una tarea ardua que da sus frutos puesto que mejora el rendimiento de quienes necesitan de su uso”. El puntapié inicial El primer paso lo dio un grupo de investigadores, en el que intervinieron más de 40 profesionales de CONICET Mendoza, UNCuyo, otras universidades del país que tienen vínculo de trabajo con investigadores que trabajan en Mendoza, la Universidad de San Juan, de La Rioja, de La Pampa, y del Centro de Investigación de Usuahia. De este grupo surgió la solicitud de adquisición del equipamiento. “Estábamos seguros de la necesidad –comenta Fidel Roig- porque, en mayor o menor medida, somos usuarios de microscopía electrónica. Hemos usado el microscopio de la Facultad de Medicina de la UNCu y otros, ubicados en el país y el exterior. Necesitábamos contar con tecnología de punta y local que ha significado, además, la incorporación de proyectos nuevos que no se presentaban al no estar la herramienta fundamental para la tarea. Con esta adquisición se han incrementado proyectos que requieren el uso de este microscopio. Una inversión multiplicadora El microscopio electrónico de barrido, emite electrones que inciden sobre la superficie del objeto (muestra) que se analiza. Los electrones son capturados por un elemento sensible que reformula la superficie del objeto a una resolución enorme. Estos microscopios multiplican la visión de una superficie, casi, hasta un millón de veces. En el argot científico la observación llegaría al nivel de macromoléculas. En los aumentos con que se trabaja, el microscopio del CONICET Mendoza, satisface las necesidades de la mayoría de los usuarios. Este microscopio puede observar pequeñísimas estructuras. La novedad que presenta es la incorporación de un microanalizador. Cuando los electrones inciden sobre la superficie de los objetos, generan rayos X. Los rayos son capturados por un censor especial que puede detectar la composición de los elementos de la pieza. Es decir, la presencia de calcio, magnesio, hierro o cualquier elemento de la tabla periódica.En muchos casos, se requiere la observación de un cristal, una muestra geológica o de pintura rupestre y es el investigador quien necesita saber cuál es la composición de esos elementos a partir de muestras ínfimas que no pueden registrarse por análisis tradicional. Este equipamiento de última generación puede ser utilizado por todas las ciencias: geología, biología, medicina y ciencias forenses (pesquisas, litigios), arqueología, antropología. Financiamiento El proyecto fue financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y el CONICET, ambos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.. Se tuvo en cuenta  dos componentes. Uno, para compra del instrumental y otro, para la adecuación del espacio físico. El laboratorio debe cumplir con requisitos fundamentales: mantener una temperatura homogénea, humedad relativa baja, eliminar campos magnéticos y vibraciones. En este punto, fue necesario adecuar el piso para absorber las vibraciones. De manera que la tarea consistió en construir el laboratorio y colocar y calibrar el equipamiento (proceso de más de 6 meses) cumpliendo los requisitos y requerimientos de la fábrica que lo vendió para la cobertura de los seguros. “Si bien el equipo se compró para asistencia al desarrollo e investigación científicos –comentó el científico-, también, prestará servicios a la actividad privada y a servicios solicitados por el Estado. Por ejemplo, empresas con actividad en metalmecánica, en petróleo, en minería, en vitivinicultura y servicios peritajes forenses, respectivamente”. Operatividad La modalidad que se instrumentará es la solicitud de turnos y envío de datos sobre el tipo de servicio que se requiere a través de un sitio Web específico. Con estos datos se asignará un costo determinado. El cobro del servicio será la base de sustentación del mantenimiento del microscopio (reposiciones, agregados e imprevistos) que garanticen el uso continuo. En tal sentido, habrá un listado de costos diferenciales para investigación científica, para servicios solicitados por el Estado y para privados. El microscopio será operado por personal especializado que pertenece a la planta de la Carrera de Personal de Apoyo del CONICET. Quienes soliciten servicios no podrán manipular el equipamiento puesto que son instrumentos muy delicados y complejos en su manejo, con un software diversificado (varias aplicaciones). Por esta razón, el trabajo será conjunto entre operadores (manejo) y usuarios (aportan la muestra, deciden qué interesa, qué analizar, que fotografiar, etc.)