Divulgación Científica

La Plaza España en peligro

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13 de agosto de 2018

Por Equipo de Historia y Conservación del INCIHUSA

La plaza España es probablemente la más original y pintoresca de las cuatro plazas satélites de la Independencia de la Ciudad Nueva posterremoto. 

Lo cierto es que cada una de estas plazas tiene su identidad, un rol diferente en el área central de la ciudad, y un significado propio y único en el imaginario de todos y cada uno de los mendocinos. 

La colorida “plaza lectora”, con su amigable escala, su fuente, su monumento y bellos árboles está en una situación de particular vulnerabilidad. 

Hoy está cerrada, en los inicios de una obra que no debería ser de remodelación sino de restauración porque este sitio, este espacio verde urbano, con un equipamiento único, por el tratamiento estético, el estilo y los materiales, este bien, es un bien cultural  que merece un tratamiento acorde.

El trazado y el diseño se remontan a 1948 y su construcción fue producto del aporte de la laboriosa comunidad hispana residente en Mendoza. 
Entre los promotores estaba Manuel Diez, dueño de El Guipur, una de las grandes tiendas de la ciudad de entonces. 

Simultáneamente a la obra de la plaza don Manuel hizo construir un magnífico edifico en neoplateresco frente a la plaza donde vivieron tres generaciones de esa familia. 

Si atendemos al valor de esta obra podemos afirmar que es altísimo no solo por lo artístico e histórico sino por el cúmulo de recuerdos y memorias que atesora en las casi siete décadas de existencia en la vida de los mendocinos. 

Los monumentos, la decoración, la ornamentación y el mobiliario celebran el vínculo con España, en especial con Andalucía en un doble sentido de ida y vuelta: la Madre Patria España que llegó en el siglo XVI con la conquista y luego la numerosa y hacendosa inmigración española a nuestras tierras de los siglos XIX y XX, donde entonces, al revés, fue la Argentina la Patria que los recibía como hijos.

En cuanto a su condición de “bien cultural”, la plaza posee atributos que la hacen única, exponente del “arte del azulejo” con su piso rojo con alhambrillas, es decir posee valores artísticos y ambientales en una integración enriquecedora con el entorno. 

El modelo más lejano de este tipo de jardines hay que buscarlo en Andalucía, en especial en el Generalife con su fuente rectangular y sus juegos de agua. 

El modelo más cercano es el “patio andaluz” construido en 1929 en los bosques de Palermo en Buenos Aires como un regalo de la ciudad de Sevilla a la Argentina, por su participación en la Exposición Iberoamericana donde se difundió en todo el mundo occidental los estilos “neocoloniales”, que tanta adhesión tuvieron en California, México, Perú y Argentina. 

Las obras que aparentemente ha comenzado a realizar la Municipalidad, de la cual solo tenemos referencias de segunda mano no confirmadas por los responsables, consideramos que no se ajustan a los requerimientos que exigen las normas legales locales e internacionales para este tipo de bien cultural.

En primer lugar no se ha considerado la vigencia del Decreto provincial N°567/2006 que declara “patrimonio arquitectónico, histórico y cultural al Sistema del Paisaje Urbano de la Nueva ciudad”, trazado que incluye las plazas. 

Toda intervención sobre el patrimonio cultural provincial debe tener la aprobación del Consejo del Patrimonio- Secretaría de Cultura. 

En segundo lugar consideramos que por su valor y características el bien debe ser considerado como “jardín histórico”, por lo cual están vigentes las normas internacionales  de Icomos, la Carta de Florencia (1981) que especifica claramente las condiciones en las que deben ejecutarse las obras de “Mantenimiento, conservación y restauración” de este tipo de bienes. 

Estas recomendaciones son aplicables al conjunto de jardines históricos del mundo y junto a la de la Carta de Venecia (1964) confirman la posición que sostenemos de que deben conservarse en nuestra Plaza España el tipo y características de los pavimentos, niveles, escalones, los azulejos, alhambrillas y cerámicas y los elementos del equipamiento como farolas, bancos, etc.

Consideramos que se está a tiempo para realizar las rectificaciones pertinentes al proyecto en marcha, puesto que las obras recién se inician. 
Apelamos a la madurez de las autoridades y profesionales a cargo para no cometer un daño irreparable a nuestro patrimonio cultural.