Invasiones biológicas: mamíferos exóticos en América, un peligro
Análisis del proceso de irrupción de especies introducidas en el continente, incluyendo su incidencia en la colonización de nuevos ambientes.
Por Ricardo Ojeda – Grupo de Investigaciones de la Biodiversidad del IADIZA.
El 19 de setiembre de 1833, Charles Darwin escribía en el diario de viaje del Beagle, “… pocos países han experimentado cambios más notables [que Argentina] desde el año 1535, cuando el primer colono de La Plata desembarcó con setenta y dos caballos. Las innumerables manadas de caballos, ganado y ovejas, han alterado todo el aspecto de la vegetación, pero tienen casi desterrado el guanaco, el venado y el avestruz. Innumerables otros cambios también deben haber tomado lugar; el cerdo salvaje en algunas partes probablemente reemplaza al pecarí…perros salvajes pueden ser escuchados aullando en las orillas boscosas de la corriente menos frecuentada; y el gato común, transformado en un animal grande y feroz, habita colinas rocosas …”.
La referencia de Darwin señala la asociación de las especies introducidas exóticas (caballo, cerdo, perro, otras) con el hombre, sus movimientos y medios de transporte (barcos), y por otro, y las consecuencias sobre el paisaje y biodiversidad (“han alterado todo el aspecto de la vegetación, pero tienen casi desterrado el guanaco, el venado y el avestruz…”).
Las especies exóticas invasoras son aquellas introducidas por el hombre que han logrado establecerse y expandirse fuera de su área de distribución natural o nativa. La introducción de especies asociadas a las actividades humanas ocurrió a lo largo de la historia. Durante los siglos XIX y XX particularmente, la expansión del comercio y desplazamientos de continente a continente a través de diferentes medios de transporte, produjo un marcado incremento de especies introducidas en diferentes regiones del planeta. Muchas de las especies introducidas o exóticas son manejadas por el hombre y representan componentes integrales de diferentes actividades socio-económicas, tales como las diversas especies utilizadas en ganadería (vacas, cabras, ovejas), agricultura (soja, trigo), silvicultura (ejemplos, pinos, álamos, eucaliptus), piscicultura (trucha, salmón), peletería (visón), mascotismo (hamsters) y cotos de caza (ciervos, antílopes, jabalíes).
Cuando las especies exóticas “escapan” al control y manejo, pueden expandirse, invadir ecosistemas nuevos y convertirse en grandes problemas, cuyos daños y perjuicios ambientales involucran importantes costos económicos y situaciones de riesgo para la salud humana (transmisión de enfermedades, alergias). Así por ejemplo, Estados Unidos estima en 120.000 millones de dólares al año, el costo asociado a la gestión de las especies exóticas, mientras que en España fue de casi 51 millones de euros durante la primera década del presente siglo. Algunas especies causan pérdidas económicas al afectar infraestructuras, mientras otras reducen el valor de distintos servicios que prestan los ecosistemas (tal el caso de la regulación del ciclo de agua y nutrientes).
Estas situaciones han llevado a considerar a las invasiones biológicas como una de las grandes amenazas sobre la diversidad biológica de la Tierra, al igual que la deforestación y pérdida de hábitats, sobreexplotación de recursos, contaminación y calentamiento global. Por otro lado, sin embargo, las invasiones biológicas son experimentos no planificados y buenos modelos para la investigación, ya que nos proporcionan elementos para un mejor entendimiento de la estructura, dinámica y funcionamiento de la naturaleza y sus comunidades, con diversas proyecciones en la práctica de la conservación de la biodiversidad.
¿Las invasoras ganan?
El éxito de las invasoras resulta de la conjunción de atributos intrínsecos como la tasa reproductiva, su abundancia, tipo de locomoción, amplitud de su distribución geográfica natural, y extrínsecos, tales como presencia de competidores en el hábitat invadido, la similitud ambiental con su área de distribución original, presencia de depredadores, abundancia de recursos, entre otros.
Si bien la dinámica del proceso de la colonización, establecimiento y expansión de las especies invasoras es una línea de investigación y permanente actualización, las generalizaciones del proceso son aún limitadas dada la diversa naturaleza de las especies y ecosistemas.
La realidad en nuestro continente
El 20% de las introducciones de mamíferos en todo el mundo corresponde al continente americano, y su mayor densidad es en América del Sur.
Alrededor del 80% de las especies introducidas (excluyendo las especies domésticas) ocurren en el cono sur de Argentina y Chile. Entre otras destacamos al castor, rata almizclera, visón americano, ciervos rojo, axis y dama, antílope, liebre, conejo y jabalí. La mayoría de las introducciones de mamíferos fueron deliberadamente realizadas por el hombre por motivos diversos, tales como caza deportiva (ciervos, jabalí), explotación económica de su piel (visón) y carne (jabalí, liebre), mascotismo y para exhibirlos en zoológicos.
Investigaciones en Mendoza
En Mendoza, los investigadores del Grupo de Investigaciones de la Biodiversidad (GiB) del Iadiza (CCT-Conicet Mendoza) llevan adelante una línea de proyectos en ecología de mamíferos exóticos invasores, que inician a mediados de los ’90 como programas colaborativos entre el Ministerio de Ciencia y Técnica (MINCyT, hoy secretaría) y Conicet con la UFZ (Centro de Investigaciones Ambientales, Alemania) y la Unión Europea (UE). El programa de UE fue el puntapié inicial para la caracterización global de los mamíferos exóticos en Argentina y motor de posteriores investigaciones ecológicas focalizadas en invasores de distintos hábitats y áreas protegidas de Mendoza, tales como el jabalí, liebre y el conejo europeo en las reservas de Ñacuñán, Llancanelo y Villavicencio.
Las invasiones biológicas son el resultado de una serie de pasos secuenciales, y la curiosidad en estudiarlas radica en la búsqueda de comprender mejor las distintas etapas de invasión (transporte, introducción, establecimiento y expansión), del papel de las especies cuando colonizan un ecosistema nuevo, de cómo funcionan y responden los ecosistemas invadidos, entre otros.
De manera análoga a una enfermedad que afecta al ser humano y la consecuente terapia para el restablecimiento de su salud, podemos caracterizar a las invasiones biológicas como un factor disruptivo (enfermedad) del buen funcionamiento de los ecosistemas y cuya terapia es la investigación científica. Los resultados de estos estudios constituyen la evidencia científica sobre las cuales elaborar protocolos orientados a erradicar, controlar y reducir el impacto que generan sobre los ecosistemas y biodiversidad de Argentina.
Referencias:
Novillo, A., Ojeda, R.A. 2008. The exotic mammals of Argentina.
Ojeda R.A., Novillo A, Cuevas F. 2010. The Exotic Mammals of Argentina. 2009. Atlas of Biodiversity Risk.
Cuevas, F. 2011. Ecología del jabalí, Sus scrofa, en el Desierto del Monte central, Argentina. Tesis doctoral, Univ. Nacional Río Cuarto.
Bobadilla, Y., Tarquino,A., Ojeda, R.A. Mamíferos introducidos e invasores: una perspectiva conceptual e histórica.