El calentamiento global expande los desiertos
Así lo indica un estudio realizado por investigadores del CONICET junto a colegas de otros países. Una parte de la investigación fue publicada en la revista Nature Geoscience.
Estudios dendrocronológicos recientes realizados por un grupo internacional de científicos permitieron demostrar que en los últimos cien años se produjo un incremento de las sequías en las zonas subtropicales del planeta.
Según Ricardo Villalba, investigador superior del CONICET en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA, CONICET-UNCuyo-Gob. Mza), esto se debe a la intensificación del patrón de circulación atmosférica más importante de nuestro planeta, conocido como Celda de Hadley, que redistribuye el calor desde el Ecuador hacia los Trópicos en ambos hemisferios de la Tierra. En esta circulación, las masas de aire tropical pierden humedad a través de las lluvias y al descender como aire seco dan origen a desiertos en las latitudes medias del planeta. En los últimos años el Calentamiento Global intensificó este proceso y generó al mismo tiempo un aumento de las lluvias tropicales y una disminución de las precipitaciones en los sub-trópicos.
“La idea de emplear los anillos de los árboles para estudiar los cambios de largo plazo en la Celda de Hadley surgió en Mendoza en la Conferencia Americana de Dendrocronología que se realizó en 2016 (AmeriDendro 2016). En esta reunión científica presentamos un estudio que trataba de encontrar una explicación a la fuerte disminución de precipitaciones en numerosos sectores de América del Sur durante los últimos cien años. Nos llamaba la atención que tanto en el Altiplano boliviano como en los Andes centrales y en el norte de la Patagonia, este período mostraba una tendencia común al incremento de las sequías. Entonces la pregunta fue ¿qué es lo que puede estar causando este proceso en las regiones desérticas y semi-desérticas de los Andes?”, explica Villalba.
Los modelos esbozados por los investigadores, en base al análisis de anillos de árboles de diferentes latitudes del continente sudamericano, indican un brusco descenso de precipitaciones a partir de 1900 que se acentúa hacia mediados de siglo. Según el investigador, esto es producto de una expansión de la circulación de Hadley hacia el Sur. Un fenómeno que estaría estrechamente vinculado al calentamiento global provocado por la actividad humana.
“En la zona tropical, cerca del Ecuador, la actividad convectiva levanta sobre los trópicos un patrón de circulación atmosférica denominado Celda de Hadley, que desciende sobre esta zona subtropical, justo donde estamos nosotros. Al hacer más calor, esta celda no sólo ha crecido en tamaño sino que se ha intensificado y como consecuencia han disminuido las precipitaciones desplazando los desiertos hacia más altas latitudes en América del Sur. “El resultado de esto será que las zonas que ahora son semiáridas, por ejemplo los Andes en el norte de Neuquén, se van a parecer más a las de Mendoza, es decir, se volverán más secas”, detalla el científico.
Diagrama resumiendo los cambios esperados en el clima a lo largo de los Andes en respuesta a la intensificación y expansión de la Celda el Hadley en el Hemisferio Sur. La intensificación del descenso de aire seco y la extensión hacia el sur de la rama descendente de la Celda de Hadley estaría asociada a una expansión de los desiertos en los Andes subtropicales.
En un artículo, recientemente publicado por la revista Nature Geoscience y en el que participó el investigador argentino, un grupo de especialistas logró demostrar que este fenómeno también se repite, con algunas características propias, en el Hemisferio norte.
“De la idea de emplear anillos de árboles para estudiar las variaciones pasadas en la circulación de Hadley presentada en Mendoza, nacieron dos grupos de trabajo. Con el que estamos publicando ahora en la revista Nature Geoscience estudiamos lo que ocurre en el Hemisferio norte, y el artículo presenta los resultados del estudio de la Celda de Hadley en los últimos 800 años para esa mitad del planeta”, explica Villalba.
Por otro lado, con el financiamiento parcial de la Fundación BNP-PARIBAS, el otro grupo de científicos trabaja para caracterizar estos cambios en la circulación en América del Sur. Los resultados de estos estudios permitirán determinar la evolución del tamaño y la intensidad de la Celda de Hadley y mejorar las simulaciones climáticas en el futuro. Dada la enorme importancia del recurso hídrico en los desiertos andinos de América del Sur, este estudio es sumamente relevante para más de 12 millones de personas que viven en ambas vertientes de los Andes subtropicales.