Divulgación Científica

Calentamiento global, cambios climáticos y actividades humanas

El científico Ricardo Villalba asegura que el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero es la causa principal del aumento de la temperatura en la Tierra.

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22 de abril de 2016

En el año 2009, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó al 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra, con la mirada puesta en el objetivo de alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambiéntales, a partir del reconocimiento de que la Tierra y sus ecosistemas son el hogar de la humanidad.

Este año la celebración coincide con la firma en Nueva York del acuerdo celebrado en París durante XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático, organizada por la ONU, para evitar que la temperatura media del planeta supere en el año 2100 los 2 grados en comparación con la etapa anterior a la Revolución Industrial. Para poder alcanzar tal objetivo, los 196 países que aprobaron el acuerdo se proponen reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, identificadas como la causa principal del calentamiento global.

“En este momento, la temperatura media de la tierra es aproximadamente 0,8-1 grado más cálida que en 1880 – de cuando datan los primeros registros a escala global – y la propuesta es que el calentamiento no sobrepase los dos grados. Si esto ocurriera los efectos desfavorables del cambio climático serían muy severos”, explica Ricardo Villalba, investigador superior del CONICET en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA, CONICET-Provincia de Mendoza-UNCu).

Algunos de los efectos observados del calentamiento global son la marcada retracción de los glaciares, el aumento del nivel mar, y la mayor frecuencia de los eventos climáticos extremos como las sequías o inundaciones. “Al aumentar la temperatura de la Tierra, la mayor energía en la atmosfera contribuye a aumentar su dinamismo, y por lo tanto, la ocurrencia de eventos climáticos extremos, lo que conlleva agrandar el rango de la variabilidad climática. Esto explica, por ejemplo, que tanto las sequías como las inundaciones ocurran cada vez más seguido y con mayor intensidad. Lo mismo pasa con los huracanes que golpearon fuertemente la zona tropical en las últimas décadas”, explica el investigador.

De acuerdo a Villalba la tierra está viviendo tiempos inusuales en lo que hace a su composición atmosférica: “La concentración de dióxido de carbono, uno de los gases de tipo invernadero cuyas emisiones contribuye fuertemente al calentamiento global, sobrepasó en los últimos años las cuatrocientas partes por millón. A partir de los llamados testigos de hielo en la Antártida, que han permitido reconstruir el contenido de estos gases en los últimos 820 mil años de la historia del planeta, se observó que el dióxido de carbono osciló entre 180 partes por millón en los períodos glaciares y 280 partes por millón en los interglaciares. En casi un millón de años, nuestro planeta nunca alcanzó valores similares a los actuales. Con el metano, otro gas de efecto invernadero, ocurre algo parecido. He aquí la causa principal del aumento global de la temperatura; la segunda es la deforestación”, afirma.

El crecimiento de la concentración atmosférica de gases como el dióxido de carbono y el metano está principalmente asociado al uso por parte del hombre de combustibles fósiles para producir energía. El carbono que había sido almacenado durante millones de años en la Tierra bajo su superficie, está siendo usando por el hombre como una fuente de energía relativamente económica y fácil de usar. Al quemarse el carbón, el petróleo o gas natural, estos combustibles producen una liberación de gases de efecto invernadero que al acumularse en la atmósfera produjeron un aumento en la temperatura de nuestro planeta.

Es importante aclarar, sin embargo, que no todos los cambios en el sistema climático se explican por causa de las emisiones u otras acciones humanas. De acuerdo a Villalba, los cambios climáticos debidos a las emisiones antrópicas se combinan, a veces reforzándose, con la variabilidad natural del clima. “No podemos decir que las inundaciones producidas en los últimos meses en Argentina sean sencillamente causa del calentamiento global. Sabemos que cada vez que ocurre un evento Niño en el Océano Pacífico Tropical, las precipitaciones en el litoral argentino y en la región pampeana aumentan. Pero en el largo plazo, se puede observar que en los últimas tres décadas las precipitaciones crecieron paulatinamente en la región. Ese aumento paulatino, que no ocurre en una estación o año en particular, sino que representa una tendencia de largo plazo, está altamente asociado al calentamiento global”, ejemplifica.

“El desafío que nos plantea en la actualidad nuestro planeta es cómo vamos a regular el consumo de combustibles y de otros bienes y servicios, para que podamos vivir en forma digna y con equidad 9.000 millones de personas –que es el número de habitantes que se calcula que se alcanzará en 2050- en un futuro próximo. Este es el gran desafío no solamente de los políticos, sino también de la comunidad científica que tiene que involucrarse y buscar soluciones a través de energías alternativas u otros procedimientos para reducir el uso de los recursos fósiles, así como lograr pautas de consumo más sostenibles de modo que nos permita reducir las emisiones y el impacto de las actividades humanas a escala global”, reflexiona el investigador.

Por Miguel Faigón – Prensa CONICET